carla tintore

Jueves 22 de Agosto 2019, Barcelona. Vuelvo de comprar ropa de algodón para mi ahijada, son las 10 de la noche, no he bebido, no he fumado, no he consumido nada que pudiere amplificar mis sentidos. Entro al ascensor de mi casa, pulso el botón del Atico y empiezo a subir, material, temporal y físicamente, tengo una especie de revelación en la mitad del camino, me transporto, ciencia ficción al mejor estilo William Gibson o Stanislaw Lem, mi mente pasa a otro plano, cómo a un sueño repetido del registro acásico, otra dimensión, me asusto, me baja la presión (en ese orden)... así será la muerte ? una recolocación de la dimensión cercana ? o la locura ? donde el cerebro nos lleva por realidades distintas y atemporales. Lo cierto, es que nunca me había pasado antes y llevo toda una vida oscultando las señales de mí misma. Entonces, es ahora ? Cuando tendremos que empezar a creer en otras cosas ? Yo no puedo entender lo que he vivido ... que no lo he visto pero tampoco lo he soñado... desp

Ya es 12 de Agosto, pero la última vez que miré la fecha era otra, no sé, era antes, antes de hoy, antes de ayer. Estará mal vivir sin saber que día es ? Dicen que sí, auguran para mí muchas miserias endémicas. Quienes ? Los que dicen. Que saben ellos de mí ? Nada. Por que dicen ? Para confundirme. Que dicen ? Pavadas. Esta noche los rayos cayeron en selectas formas, concentrados o dispersos cómo telas de araña, cuando solo sonaba el eco del resonador distante yo intuía tu sombra atrás de la montaña. Ayer bajamos la cuesta del cementerio y nos siguieron dos muertos, no los viste ? Que raro, me pareció que sí. Ah! pero no, al final no los viste. Entonces no hay nada que pueda contarte, salvo que es 12 de Agosto y los vivos ya deben estar durmiendo por que sino no se levantan. Mañana ? Si, mañana.